Durante los años que he trabajado junto a otros profesores en institutos de enseñanza superior, me he dado cuenta de que el reto de conseguir que los alumnos tímidos participen en clase es bastante común y frustrante. Examinemos primero…
Por qué callan los alumnos
A través de las conversaciones que mantuve con mis homólogos y con un puñado de mis alumnos introvertidos, descubrí que algunos de los motivos del silencio de los alumnos en clase suelen deberse a una o varias de estas razones:
- Miedo al fracaso; es decir, a ser percibido como poco inteligente si una respuesta era errónea.
- Miedo a ser evaluado negativamente por los compañeros si se comparte una opinión auténtica.
- Ser eclipsado por compañeros más dominantes que formulan respuestas más rápidamente.
- Falta de tiempo para recordar o procesar pensamientos
- Falta de conocimiento del contenido
- Creencias personales sobre el aprendizaje; por ejemplo, responder sólo cuando se está seguro al 100% de que la respuesta es correcta.
- Sensación de aburrimiento
- Distracción por factores internos o externos (problemas relacionales, temperatura de la habitación, ruido, etc.)
Esta lista no es exhaustiva1. Sin embargo, es posible que pueda identificarse con algunas de estas razones, quizá por experiencias personales con sus propios alumnos. Comprender las razones de este comportamiento entre nuestros alumnos nos sitúa en una mejor posición para adoptar estrategias adecuadas que aumenten el compromiso de los estudiantes introvertidos.
En este blog compartiré algunas de mis estrategias favoritas y de eficacia probada. La primera es…
Aula Jigsaw
El concepto de un rompecabezas típico consiste en tener una visión general de la imagen y unir las piezas desordenadas. En el aula rompecabezas, cada alumno tiene una pieza del “puzzle” y la contribución de todos es necesaria para obtener una visión o comprensión holística de todos los conceptos. Se trata de un método que anima a los alumnos a aprender cooperando.
Cómo dirigir el aula de rompecabezas en clase
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- Segmente la lección del día (por ejemplo, cuatro o cinco conceptos) antes de empezar la lección.
- Divide a toda la clase en grupos. Estos serán conocidos como sus grupos “de origen”.
- Dentro de los grupos “de origen”, asigne a cada alumno un número (por ejemplo, 1, 2, 3…). Los números asignados estarán en función del número de conceptos/temas que tenga para el día (consulte el paso 1).
- Forme grupos de “expertos” haciendo que todos los alumnos asignados con el mismo número se agrupen juntos (por ejemplo, todos los “1” forman un equipo, los “2” forman otro equipo, etc.).
- Asigne a cada grupo de “expertos” un concepto para que lo examinen juntos (por ejemplo, el equipo 1 examinará el concepto 1, el equipo 2 examinará el concepto 2, etc.). El objetivo de este tiempo en grupo es que los alumnos construyan conocimientos juntos; desarrollar una buena comprensión del concepto asignado a través de debates y/o compartiendo recursos*.
- Los miembros de los grupos “expertos” vuelven a sus propios grupos “de origen”. Observe que cada miembro del grupo “de origen” posee ahora el conocimiento de un concepto específico y que se enseñarán unos a otros.
*Será una buena idea que proporcione algunas preguntas guía para las discusiones, especialmente si los estudiantes son nuevos en esta estrategia y/o los más jóvenes. Algunos ejemplos de preguntas son “¿cómo explicarías este concepto con tus propias palabras?”, “¿qué ejemplos puedes aportar para explicar tu punto de vista?”, “¿cuáles son las ventajas/desventajas?”, etc.
Consideraciones
- Incluso cuando se pasea por el aula durante el tiempo de debate en grupo de los “expertos”, puede resultar difícil determinar la profundidad, amplitud y, lo que es más importante, precisión de los conocimientos adquiridos por los alumnos. Por lo tanto, puede ser útil proporcionarles hojas de rotafolio para que anoten claramente en ellas sus principales puntos de debate. De este modo, podrá comprobarlo y corregirlo cuando sea necesario.
- También puede considerar la posibilidad de que cada grupo de “expertos” fije estos documentos con alfileres para que, cuando vuelvan a sus grupos “de origen”, tengan una referencia visual mientras enseñan a sus compañeros. Esto puede aumentar significativamente su confianza al hacerlo.
- Para asegurarse de que los alumnos han adquirido los conocimientos adecuados, es esencial administrar un cuestionario al final de la clase de rompecabezas.
- No todas las lecciones son adecuadas para esta estrategia. Los conceptos que suelen ser difíciles de comprender pueden causar confusión entre los alumnos cuando exploran un concepto de forma independiente. Esto, a su vez, puede dar lugar a errores en los conocimientos adquiridos e impartidos.
Por qué el aula rompecabezas funciona para atraer a los alumnos tímidos
Adoptar la metodología del aula rompecabezas erradica la mayoría de las dificultades que encuentran los alumnos para expresarse. Dado que se dedica tiempo al debate y que los conocimientos que finalmente se comparten con el grupo “de origen” se basan en la sabiduría colectiva del grupo de “expertos”, todo el equipo es responsable de garantizar la exactitud de los conocimientos impartidos.
Y lo que es más importante, los alumnos tímidos tendrán que aportar sus conocimientos al equipo “de casa ” para que sus compañeros obtengan una visión completa de la lección del día. Pero estarían preparados para desempeñar esta función docente porque usted les habría preparado para el éxito proporcionándoles el tiempo necesario para procesar su aprendizaje y las referencias visuales con las aportaciones del equipo “experto”.
Paseo por la galería
En la próxima estrategia, nos centraremos en incorporar movimientos a nuestras clases para atraer a los alumnos introvertidos. Pero, ¿por qué es importante el movimiento? Después de todo, ¿no es muy molesto en clase?
Pues bien, según los estudios realizados, “el oxígeno es esencial para la función cerebral, y un mayor flujo sanguíneo aumenta la cantidad de oxígeno transportado al cerebro. La actividad física es una forma fiable de aumentar el flujo sanguíneo y, por tanto, el oxígeno al cerebro.” Por lo tanto, la introducción de movimientos en nuestras clases no sólo aumenta la producción de células cerebrales, lo que mejora el aprendizaje y la memoria, sino que también desempeña un papel importante en el aumento de la motivación y el compromiso de los alumnos2.
¿No es esto lo que todos deseamos como educadores? Entonces, ¿cómo podemos utilizar los movimientos de forma significativa en clase para atraer a los alumnos introvertidos, hacer avanzar los debates y promover el aprendizaje entre los alumnos?
El recorrido por la galería es una de las estrategias pedagógicas más eficaces para atraer a los alumnos. Combina debates en pequeños grupos, movimientos y enseñanza recíproca, todo en uno.
Cómo dirigir una clase en la galería
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- Durante los debates en grupos pequeños, cada grupo debe recibir hojas de rotafolio para anotar los puntos clave de su debate. Estos puntos deberían explicarse por sí mismos, ya que no habrá ningún presentador designado para esta estrategia.
- Pide a cada grupo que pegue sus hojas de rotafolio en las paredes una vez terminadas; esto crea la sensación de una galería.
- Distribuya a cada grupo una pila de notas adhesivas en blanco de colores específicos.
- Cada alumno del equipo debe recibir un rotulador de color diferente. Esto le ayudará a hacer un seguimiento de la participación de los alumnos durante las rotaciones de grupo (descritas en el paso 5).
- Deje tiempo suficiente para que cada grupo visite por turnos los rotafolios de los demás equipos para verlos, hacer comentarios o plantear preguntas. Cada subgrupo debe moverse junto, por lo que una campana ayuda a mantener el orden mientras los equipos rotan simultáneamente.
- Una vez que todos los equipos hayan visitado todos los rotafolios, se puede organizar un debate en clase sobre los comentarios y las preguntas que aparecen en cada rotafolios.
Durante los debates en pequeños grupos, es importante que usted, como profesor, visite a todos los equipos para comprobar las aportaciones escritas en los rotafolios. Aunque es importante que los alumnos sólo anoten los puntos principales y no textualmente, es igualmente importante que éstos se expliquen por sí mismos. De ahí que su papel durante la fase de debate sea importante para garantizar la calidad de las aportaciones de los alumnos. Si las entradas no están bien escritas, puede que se confundan mientras recorren la galería, al no ser capaces de entender del todo las respuestas de sus compañeros.
Por qué el paseo por la galería atrae a los alumnos tímidos
Incluir debates en pequeños grupos en un recorrido por la galería casi siempre aumentará la participación de los alumnos porque reduce la holgazanería social, ya que tendrán que dar su opinión o plantear preguntas en consecuencia cuando visiten los rotafolios de otros equipos. Por lo tanto, los alumnos introvertidos pueden participar tanto como los más ruidosos si hacen visible su pensamiento.
Debido a los movimientos que se realizan en el recorrido por la galería, los alumnos participan física y cognitivamente, en lugar de sentarse pasivamente y escuchar una presentación de un grupo tras otra, lo que puede provocar aburrimiento y fatiga. Los alumnos más tímidos, sobre todo, tienen tiempo y espacio para pensar y escribir sus comentarios o preguntas, lo que puede darle una idea de sus pensamientos y ayudarle a evaluar la amplitud y profundidad de su aprendizaje.
Los rotafolios con las notas adhesivas de colores específicos de cada grupo escritas con rotuladores de distintos colores por los alumnos de cada equipo son especialmente útiles para informarle también sobre el nivel de participación de cada alumno.
Give-One, Get-One
En esta estrategia final para implicar a los alumnos introvertidos, la estrategia pedagógica de Marzano de “dar uno, recibir uno” es una adaptación de pensar-participar-compartir combinada con el movimiento.
Cómo llevar a cabo el “dame uno, dame otro
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- Al principio de la clase, informe a los alumnos de que van a intercambiar notas con sus compañeros al final de la clase (esto les prepara para el ejercicio y debería animarles a tomar notas durante la clase).
- Al principio de la actividad, pida a cada alumno que se ponga de pie y busque un compañero.
- Con ese compañero, ambos compararán notas con los objetivos de “dar una” y “recibir una” pieza de información nueva para y del otro.
- Repite esto durante unas cuantas rondas, para dar a cada alumno la oportunidad de formar pareja con otros diferentes. Esto ayudará a cada alumno a mejorar su propio conjunto de notas.
Consideración
Para que la estrategia de dar a uno y recibir a otro funcione, todos los alumnos deberán tener su propio juego de notas preparado para que se produzcan intercambios enriquecedores. Por lo tanto, durante la clase, deje tiempo suficiente para que los alumnos tomen sus propias notas.
Por qué “dar uno, recibir otro” funciona para atraer a los estudiantes tímidos
Al igual que en la clase de rompecabezas, todos tienen un papel que desempeñar para mejorar el aprendizaje de los demás, nadie puede quedarse callado. En “da uno, recibe uno”, los estudiantes tímidos tendrán que compartir sus propios aprendizajes personales con otra persona, pero el escenario en el que esto ocurre es un intercambio con otra persona y no con un grupo. Seguro que esto intimida menos.
Conclusión
Aquí tiene tres estrategias eficaces que puede adoptar o adaptar en función de las necesidades de sus alumnos. Cada estrategia, aunque diferente, es similar en el sentido de que estos métodos atraerán a los alumnos introvertidos porque intrínsecamente su diseño hace que sea menos intimidante para los alumnos tímidos expresar sus opiniones y preguntas y aprender. Estas estrategias otorgan a cada alumno un papel importante y les animan a conectar y construir juntos el conocimiento.
Referencias
1 Sequeira, L. (2020, 9 de julio). El silencio en clase no es necesariamente un problema. London School of Economics and Political Science. Obtenido el 5 de abril de 2022, del sitio Web: https://blogs.lse.ac.uk/highereducation/2020/07/09/heresy-of-the-week-2-silence-in-the-classroom-is-not-necessarily-a-problem/.
2 Jensen, E. (2005). Enseñar pensando en el cerebro (2ª ed.). Alexandria, VA: Asociación para la Supervisión y el Desarrollo Curricular.